Se terminaron las vacaciones, mala cosa retomar el yugo y con el calor de Buenos Aires...
En la playa no pinte naaaa, habia tanto para hacer Ja!
Ya de vuelta cuesta hacerse un rato, llego cansado y tarde y el chupete electronico es facilongo.
Pero me encontré con un encargo de pintar un invernadero y me gustó el desafio pese a que no me gusta pintar por encargo, pero que buena la ocasion para romper la inercia de la fiaca y poner pinceles en remojo.
El modelo es inventado pero guarda cierto parecido con nuestro invernadero del Jardin Botánico, traté de no apegarme mucho a la geometria de los vidrios y jugarme mas con los planos y luces.
medidas 52 x 46 papel Schoeler,
gracias por la visita